Advertencia: Este capítulo es no apto para menores de edad
Capítulo 54 Vacaciones
KPOV
Debo reconocer que la idea de Rob de regresar a Canadá para pasar nuestras vacaciones era genial, nadie esperaría encontrarnos allí después de los meses que pasamos filmando en Vancouver. Lo lógico para los paparazis sería que fuéramos al Caribe tratando de encontrar un clima más cálido y benigno, pero la verdad es que nosotros no éramos como todos los demás.
Éramos en verdad diferentes, me encantaba la idea de unos días tranquilos, a pesar del frío en Canadá en esta temporada, el Four Season Whistler resort en Columbia Británica me pareció una idea estupenda.
Tomamos un vuelo privado desde el aeropuerto de Los Ángeles, hasta Vancouver, y de allí tomamos un helicóptero que nos llevaría muy cerca al Resort. Durante la época de verano, el Resort ofrece vuelos en hidroavión desde el Aeropuerto de Vancouver hasta un muelle privado en el Resort, pero en épocas de invierno como el de ahora era imposible que la avioneta aterrizara en el lago debido a que parte de este se congelaba.
El vuelo en helicóptero no era nada desagradable, el paisaje se veía hermoso a pesar del frío intenso, las montañas se veían en todo su esplendor, los arboles estaban matizados con un blanco deslumbrante debido a la nieve.
El sol empezaba a brillar con todo su fulgor, a pesar del frio, y daba al paisaje un anaranjado muy especial.
Sonreí, esto era lo que estábamos necesitando.
_ ¿Te gusta?_ preguntó Rob de repente.
Estaba tan extasiada con el paisaje que no me había percatado que estaba en silencio hacía ya varios minutos.
_ Si_ contesté con una sonrisa.
_ Al principio pensé que me dirías que estaba loco_ dijo_ pedirte que volviéramos a Canadá en especial después de aquel incidente con los paparazis.
_ Bueno tengo que reconocer que al principio me pareció que estabas delirando_ dije_ pero al pensarlo mejor fue una de tus mejores ideas.
_ Oh no pensé que dirías eso, pero gracias.
Reí.
_ Rob no importa donde estemos mientras estemos juntos, y mientras nadie nos moleste desde luego. Lo que me lleva a pensar si este lugar sea lo bastante privado.
_ Bueno espero que así sea, Stephanie ha alquilado una residencia privada en el quinto piso, posee ingreso y ascenso privados, no tendríamos que encontrarnos con mucha gente. Además es un lugar muy exclusivo, no deberías estar encontrándonos con fans alocadas que quisieran una fotografía con ninguno de los dos.
_ Bueno la verdad, no mucha gente quiere una fotografía conmigo, la quieren contigo, y si me lo pidieran sé negarme a diferencia de ti.
_ Bueno en eso tienes razón no puedo negarme, no sé decir que no.
_ Oh, ese sí que es un problema, que pasaría si te encontraras con alguna que te pidiera dormir contigo, tampoco te negarías_ dije jugando.
_ Wow, bueno no sería un problema a mi modo de ver las cosas, saldría ganando, ¿no crees?_ contestó riendo.
_ Cállate!_ dije golpeándolo en el brazo.
El siguió riendo abiertamente, le encantaba molestarme. Desvié la mirada por la ventana.
_ No me habrás tomado en serio_ dijo abrazándome y hundiendo su rostro en mi cuello.
_ A veces pienso que haces conmigo, te estás perdiendo de toda la diversión que hay allá afuera, mujeres que venderían su alma al diablo por una noche contigo.
_ Ummm eso se oye bien, pero la verdad es que yo hubiese vendido mi alma al diablo por conseguir una noche contigo si es que hubieses decido no darme una oportunidad.
_Oh Shhhi, no digas tonterías.
_ No son tonterías_ dijo serio.
_Lo miré a los ojos, sonreí y moví la cabeza de un lado a otro en forma de negación.
El me sonrió, me dedicó aquella sonrisa perfecta, se veía feliz, y eso me hacía feliz a mí.
Seguimos abrazados hasta el final del viaje, fue un trayecto relativamente corto. En el helipuerto nos esperaba un automóvil del Resort.
Nos acomodamos en él y nos hundimos en el asiento, era muy confortable. Poco después llegamos a destino. El paisaje alrededor del hotel era impresionante, nos recibieron cordialmente y pronto estábamos instalados en nuestro departamento de dos dormitorios, sala comedor, cocina y con todas las comodidades.
No habíamos visto a nadie en el trayecto desde el ingreso hasta nuestra habitación, en verdad empezaba a pensar que este era el lugar perfecto.
Caminé por el lugar a modo de reconocimiento, la sala era amplia y muy confortable, pero lo más hermoso era la vista de las montañas desde la ventana, la tarde empezaba a caer y los matices anaranjados y amarillos del atardecer empezaban a volverse mucho más intensos.
Rob se colocó detrás de mí y me rodeo la cintura con un brazo, y con el otro acarició mi cabello.
_ Bello_ dijo.
_ Si es perfecto_ contesté.
Suspiró y besó mi cabeza. Nos quedamos en silencio contemplando la vista, luego de un par de minutos tocaron a la puerta, Rob me soltó renuentemente y fue a abrir, yo me quedé pensando en lo hermosa que es la naturaleza y lo afortunada que era de poder tener la oportunidad de vivir aquel momento.
_ Kristen?
Era Rob quien me sacaba de mis pensamientos. Voltee a verlo. El sostenía unas copas con unos tragos de bienvenida.
Sonreí asintiendo, me vendría muy bien un trago para entrar en calor, a pesar de que la temperatura en la habitación era perfecta, mis pies y mis manos aún se sentían helados.
Tomé la copa que Rob me ofrecía y la hice chocar con la suya a modo de brindis.
_ Por estos 6 días de merecidas vacaciones_ dije.
_ Por estos 6 días juntos_ corrigió.
Asentí y bebimos de nuestras copas.
Luego de aquella muy bienvenida copa seguí el tour por el lugar, la cocina
era genial, me encantaría cocinar en ella, pero sería muy complicado adquirir ingredientes, así que solo serviría de adorno esta vez pensé con desilusión, el comedor era amplio y muy bien decorado, Rob me observaba a una distancia prudencial, como dándome espacio suficiente para la inspección que estaba haciendo.
Caminé un poco más y llegué a la habitación principal, que estaba decorada muy finamente, la cama estaba arropada con un cubre camas de color blanco, y sobre ella pétalos de rosa roja esparcida por todas partes, y un ramo de rosas también rojas decoraban un rincón de la cama.
Miré a Rob quien me observaba desde la puerta expectante.
_¿Que se supone que dijiste cuando reservaste el lugar? ¿Qué estábamos de luna de miel?_ pregunté jugando.
_ ¿Es demasiado?_ preguntó inquieto.
Caminé hacia él, se veía en verdad inquieto y preocupado por mi reacción, sonreí mientras me colocaba justo frente a él.
_ Siempre has sido tan cursi, algo a la antigua, tal vez sea estúpido decir que te pareces algo a Edward, pero a veces te veo así.
El me miró preocupado.
_ Es… perfecto_ dije sonriendo y rodeando su cuello con mis manos.
El respiró aliviado e inmediatamente sonrió y me rodeó la cintura mientras sus labios buscaban los míos. Cerré los ojos y me dejé llevar, sentí sus cálidos labios sobre los míos, moviéndose confianzudamente, tentando, probando, mi corazón dio un salto. Después de tanto tiempo Rob aún tenía ese efecto en mí.
Me abrazó firmemente mientras seguía besándome, sus labios tomaron mi labio superior suavemente y un sonido gutural salió de su garganta.
Se separó unos centímetros de mi boca.
_ Tus labios son tan dulces, tiernos y apetecibles_ dijo mientras unía su frente con la mía y no dejaba de mirar mi boca.
Mi corazón dio otro vuelco. Suspiré. Me alejé rápidamente hasta la ventana, terminaríamos debajo de las sábanas si es que no cortaba esto por lo sano.
Sentí el calor de su cuerpo muy cerca a mi espalda.
_ ¿Porque me dejas así?_ preguntó sugestivamente muy cerca a mi oído.
Me estremecí. Pero disimulé lo mejor que podía.
_ ¿Bueno que tenemos entre los planes?_ dije moviéndome inquieta.
El sonrió.
_ Bueno depende de lo que quieras hacer_ dijo siguiéndome la corriente, no intentó acercarse de nuevo a mí.
_ Bueno, no lo sé, estoy un poco cansada, pero una cena no vendría mal.
_ Podemos pedir que nos traigan la cena aquí, o podemos probar el bar y el restaurante del hotel.
Lo pensé, no quería exponernos, pero sería ridículo viajar hasta aquí y estar encerrados los siguientes 15 días.
_ Vayamos al bar por unos tragos, y luego al restaurante_ contesté.
Rob pareció complacido.
_ ¿Quieres darte un baño antes?_ preguntó.
_ No, prefiero hacerlo después, pero si me gustaría refrescarme un poco antes_ contesté.
_ OK, te dejo sola entonces_ dijo_ iré a la sala a esperarte.
Asentí. Rob salió de la habitación y yo me senté inquieta en la cama. Suspiré, ¿qué me pasaba? ¿Por qué había reaccionado así? No es que fuera la primera vez que Rob me hablara de aquella forma, el solía ser muy intenso, y muy expresivo.
Estaba nerviosa, eso era seguro, pero aun no entendía por qué. Me levante renuentemente y fui al cuarto de baño, a penas entrar encontré más pétalos de rosa por doquier, inclusive en el jacuzzi que estaba llevo de agua, las velas estaban encendidas y en un impulso ridículo las apagué inmediatamente.
No sabía que me pasaba, estaba en verdad nerviosa. Abrí el caño y coloqué mis manos debajo del agua y luego me moje el rostro, cerré los ojos y suspiré. No dejaría que mi paranoia interrumpiera los días que teníamos Rob y yo.
Me sequé el rostro y salí con nuevos aires hasta la sala en donde Rob estaba viendo la televisión. Sonrió al verme.
_ ¿Estás lista?_ preguntó.
Asentí en silencio.
_ Pues salgamos entonces_ dijo.
Tomamos el ascenso hacia el primer piso en silencio, Rob parecía entender que algo estaba pasando por mi cabeza y prefirió no indagar en mis pensamientos y dejarme tranquila con ellos, al menos por el momento, ya que lo conocía bien, y no dejaba cabos sueltos por mucho tiempo. El problema era que en verdad no sabía que me estaba pasando, todo estaba tan perfecto y de repente empiezo a sentirme diferente, un poco nerviosa y hasta triste diría yo, de repente siento como si esto fuera una despedida.
Sacudí la cabeza internamente, debería sacarme estas ideas ridículas y disfrutar de la compañía de Rob. Pues así lo hice al menos de momento.
Una vez que estuvimos en la planta baja Rob me guio al bar con una mano en mi espalda, sonreía, se veía relajado y tranquilo, así que procuré relajarme yo también.
Uno de los mozos nos guió a una mesa apartada del resto y nos acomodó, cabe decir que era agradable ser legalmente apta para beber en Canadá, eso hacia las cosas más fáciles para ambos.
Era de conocimiento público que a Rob le gustaba beber sus tragos de vez en cuando y le gustaba que yo lo acompañara, lo cual se hacia difícil en los Estados Unidos debido a que aún no contaba con la mayoría de edad para ello, pero era distinto aquí en Canadá.
Nos sentamos muy juntos y pedimos un par de cervezas, mientras elegíamos de la carta, el menú que queríamos para cenar, esperaríamos en el bar mientras nos preparaban la cena.
El lugar era muy agradable, la penumbra hacían parecer las cosas más románticas, Rob estaba extremadamente cariñoso, no dejaba de acariciar mi espalda y hablarme al oído.
_ Esto es agradable_ decía.
Yo solo asentía.
_ El lugar es perfecto, tu eres perfecta_ agregaba con un pequeño beso a la altura de mi cuello.
_ Rob, nos miran
_ NO nadie nos mira_ dijo_ estamos alejados de todos, además a nadie le importamos aquí_ agregó con una sonrisa alegre.
Yo me relajé, eso es lo que había venido a hacer, a relajarme, lo necesitaba.
Cerré los ojos y suspiré, coloque una de mis manos en su rodilla derecha y la otra la introduje entre sus cabellos.
_ Te amo_ dijo.
Abrí los ojos y me encontré con los suyos que brillaban en la penumbra del lugar, sus labios estaban entre abiertos llenos de deseo. Desvió la mirada de mis ojos a mis labios y volvió a hablar.
_ No sabes cuánto me alegra que hayas aceptado este viaje.
Por primera vez me di cuenta lo importante que era para Rob que pudiéramos hacer cosas comunes, cosas que para otras parejas era cotidiano, y me alegré de no haber puesto tantas trabas a este viaje.
Acaricie su pelo en señal de conformidad, no dije nada solo me quede allí escuchándolo.
_ Esto es importante para mí, sabes que es difícil no poder llevarte a lugares, como cualquier persona normal, por eso esto me hace sentir bien.
Sonreí y lo miré justo a los ojos, cuando él se acercaba para besarme, y deje que me besara, sabía que era importante para él, y me sentí bien, el tenia razón, a nadie le importábamos aquí.
El beso se intensificó, y no me importo, nadie nos estaba viendo, su lengua pidió permiso para adentrase en mi boca e intensificar el beso, y se lo concedí, porque quise hacerlo feliz, y porque en verdad deseaba que me besara con pasión, justo en aquel momento. Y fue genial, fue perfecto.
La cena fue tranquila, comimos poco, y hablamos mucho, le conté de las tradiciones de mi familia para navidad, el escucho atentamente.
_ Mamá cocina la cena, hace un par de años que la ayudo_ dije_ Cam y Taylor se encargan de las luces que adornan la casa, se trepan al techo y las cuelgan_ dije riendo al recordar lo difícil que a veces se les hace colocarlas en las esquinas.
Rob escuchaba con atención.
_ Papá es el encargado de comprar el árbol, cada vez es más difícil encontrar un árbol de navidad en California, pero papá se las arregla para hacerlo. Decoramos el árbol unos días antes de Navidad, participa toda la familia y los amigos más allegados, es una tradición, les guardamos al menos uno de los adornos y les pedimos que vengan a la casa a colocarlos.
Rob suspiró, pensé que estaba recordando sus propias tradiciones.
_ ¿Y tú, y tu familia, que hacen para Navidad?_ pregunté.
Rob sonrió y pareció como que viajara en el tiempo, o que dejara América para trasladarse hasta Europa con la mente.
_ Bueno el 24 de diciembre mis hermanas y yo la pasamos con los amigos, ellas tienen sus propias actividades, y yo la paso con mis ex compañeros de la compañía de teatro de Londres, es una tradición, nunca falto, allí nos reunimos en un bar y esperamos la llegada del 25 de diciembre. Nos vemos tan pocas veces, en especial ahora que paso más tiempo en América, que no me lo pierdo por nada en el mundo.
Por nada en el mundo, las palabras de Rob resonaron en mi mente. Era evidente que estas fiestas, nuestras primeras fiestas, las pasaríamos separados, eso me entristeció, ¿pero que podíamos hacer? Teníamos nuestras vidas hechas antes de conocernos, antes de unirnos. Traté de no demostrar tristeza y seguí escuchándolo atentamente.
_ El 25 de diciembre nos reunimos en la casa y almorzamos juntos en familia, mi mamá cocina un almuerzo tradicional londinense que disfrutamos todos. Nos entregamos los regalos y luego salimos en el auto a recorrer las calles de Londres a ver los nacimientos y los arboles iluminados, eso lo hacemos desde niños, se que ya no tiene sentido, que ya somos adultos, pero tratamos de mantener esa tradición vigente.
Asentí.
_ Si, es importante _ contesté_ forma parte de nuestras vidas en muchas formas.
_ Si, así es_ contestó y permaneció en silencio unos segundos como sopesando algo.
Esperé que volviera a hablar, en verdad no sabía que decirle en aquel momento, solo sabía que no pasaríamos navidades juntos y que el empezaría con la preproducción de Bel Ami en enero, así que no lo volvería a ver hasta mayo.
No habíamos hablado de ello aun, era como si evitáramos hacerlo, como si temiéramos la respuesta del otro. Rob habló de nuevo.
_ ¿Y en año nuevo que hacen?_ preguntó.
_ Bueno año nuevo es para los amigos y los amantes _ contesté observándolo atentamente.
_ Oh, bueno supongo que en eso los Ingleses y los americanos somos iguales_ dijo_ nosotros también la pasamos con nuestros amigos y… con nuestras parejas_ dijo mirándome a los ojos.
Desvié la mirada, era evidente que para nosotros solo serian nuestros amigos.
_ Bueno los chicos y yo tenemos una tradición especial para año nuevo_ dijo_ nos reunimos pase lo que pase y caiga quien caiga en la Isla de Wight cada año sin excepción_ dijo.
Bueno, con eso tenía todo, definitivamente estas fiestas las pasaríamos separados, eso me entristeció muchísimo, pero lo disimule lo mejor que pude, sonreí animándolo a seguir.
_ Bueno es el lugar más frio de Inglaterra durante esas fechas, pero nos gusta ir entre amigos, los muchachos llevan a sus parejas y vamos a algún pub y la pasamos genial. Escuchamos buena música y bebemos unos tragos hasta que dan las 12, nos deseamos lo mejor para el año que se inicia, estamos en compañía de los mejores amigos y de las personas que nos aman y es genial_ dijo.
Suspiré disimuladamente.
_ ¿Y tú que sueles hacer?_ preguntó.
_ Bueno no tenemos algún lugar en especial, ya sabes, ya que aun no puedo beber en forma legal, nos reunimos en casa de algún amigo, y la pasamos bien. El año pasado la pase en el concierto de Joan, ya lo sabes.
_ Oh si lo recuerdo.
Un silencio incómodo nos inundó de repente, ninguno de los dos sabía que decir. Poco después estaban presentando a la atracción de la noche, un cantante que interpretaba canciones de Frank Sinatra, eso nos devolvió a la realidad y decidimos retirarnos a nuestras habitación. Subimos al ascensor en silencio.
Entramos a la habitación y me saqué la chaqueta y la dejé caer en algún lugar del cuarto, no presté atención, mi mente corría a mil por hora, sabía que estos eran nuestros últimos días juntos por varios meses así que decidí disfrutarlos al máximo, a pesar de que la distancia me causaría incertidumbre, decidí no pensar más en ello por el momento. Rob me siguió los pasos, se quitó la chaqueta y tomó mi brazo antes de que yo desapareciera dentro del baño. Me atrajo hacia su cuerpo inmediatamente y me besó con desesperación, yo le respondí de la misma manera, no quería separarme de él, pero nuestras obligaciones, y nuestra familias eran parte de nuestras vidas.
Me besó intensamente, sus labios me reclamaban como suya, y yo me entregaba en cuerpo y alma, nuestras respiraciones se aceleraban, nuestros suspiros aumentaban en intensidad.
_ Te deseo_ me dijo entre besos, mientras acariciaba mi cuerpo.
RPOV
Siempre supe que sería difícil compaginar nuestras vidas, nuestras carreras y nuestras personalidades, pero esto se hacía más patente ahora, la cercanía de las fiestas navideñas me hicieron notar que la quería conmigo en casa con mi familia, tenía pensado pedirle que me acompañara a Londres después de que finiquitara los arreglos de la nueva película si es que decidía hacerla, pero ella empezó a contarme todas las tradiciones familiares que tenían para Navidad, y empecé a darme cuenta de que no me acompañaría, fui inocente al pensar que ella me seguiría la fin del mundo, si se lo pedía, ella tenía una familia, amigos, que estaban allí mucho antes que yo.
Esto era a lo que Taylor se refería cuando le dijo a Kristen que no deseaba verla abandonar todo por mí. Y sabía perfectamente que Kristen no lo haría, así que mis esperanzas de llevarla conmigo a Londres se desvanecieron, de repente percibí el miedo de perderla de nuevo, sabía que nos quedaba poco tiempo juntos, y que con Bel Ami a la vuelta de la esquina, posiblemente no la vería en mucho tiempo. Ella también tenia compromisos que cumplir, tenía dos películas que presentar en un festival de cine, entrevistas y photoshoots que la mantendrían ocupada en Los Ángeles.
La incertidumbre, me llevó de inmediato a la necesidad de tenerla cerca, de hacerla mía, quería paliar lo que estaba por venir, de la forma más dulce posible y esa era tenerla para mí.
Pasó a mi lado con rumbo al baño, pero la detuve del brazo de forma posesiva y la atraje hacia mí, la rodee con mis brazos y la bese desesperadamente, ella reaccionó de inmediato, suspiró y me besó con la misma pasión. Sus pequeñas manos acariciaron mi rostro, mi cuello mi pelo y se instalaron en la parte trasera de mi cabeza, enredándose en mi pelo.
Traté desesperadamente de demostrarle lo mucho que la necesitaba en aquel momento y ella no se quedaba atrás, será que entendía por lo que estaba pasando?
Mi boca buscó la suya y en un beso sofocante tomé ambo labios suyos dentro de los míos, no quedaba nada de su boca fuera de la mía, nuestras respiraciones se aceleraron, mis gemidos se intensificaron y ella empezó a estremecerse.
Inmediatamente la acosté en la cama, y seguí besándola, mis manos fueron hasta su cabello, mis dedos se enredaron en ellos y al mismo tiempo sostuve su rostro en posición, respiraba rápidamente, la deseaba demasiado.
Me separé de ella un momento y la miré a los ojos, sus labios estaban entre abiertos y sus ojos brillaban como dos luceros, estaba agitada al igual que yo, sus manos se posaron sobre mi pecho y me observó ansiosa.
Deposité un beso sobre sus ojos, lo que hizo que los mantuviera cerrados, suspiró. Entreabrí los labios y recorrí el lado izquierdo de su rostro lentamente hasta llegar a su oído, deposité un beso largo y seductivo en él y luego tomé el lóbulo de su oreja entre mis labios. Ella gimió, e inmediatamente llevó una mano a mi oreja derecha tomando a su vez mi lóbulo con la misma, su otra mano se enredó en mi pelo y me atrajo hacia ella.
Besé su cuello lentamente desde la base de su oreja hasta el inicio de su hombro. Su camiseta interrumpió mi recorrido. Introduje una de mis manos debajo de ella y sentí su piel caliente y suave estremecerse. Su cuerpo se torció buscando mi contacto.
Rodeo sus piernas alrededor de mi cintura y el roce de nuestros cuerpos me hizo reaccionar.
Dios! No sabía cuánto más podría soportar no tenerla desnuda entre mis brazos, una de mis manos seguía sosteniendo su rostro y la otra exploraba debajo de su camiseta, Kristen se movió debajo de mi buscando la fricción entre nuestros cuerpos.
_ Dios Kristen!_ dije.
Ella me miró de una manera tan sexy y excitante que no pude evitar volver a besarla, mientras levantaba su camiseta hasta dejar descubierto su sujetador.
Mi respiración se aceleró, respiraba dificultosamente con la boca abierta, no podía imaginar que expresión tendría, pero de seguro era alguna expresión ridícula porque Kristen rió al verme observarla de aquella manera.
_ Eres hermosa_ fue todo lo que pude decir.
Levanté su camiseta con ambas manos y se la retiré dejándola caer en algún lugar cerca de la cama. Su sujetador negro prácticamente trasparente me daba una visión de lo que se encontraba debajo, la boca se me llenó de agua y tragué dificultosamente.
Acaricie su hombro izquierdo suavemente con la punta de mis dedos, recorriendo el mismo trayecto con mis ojos, Kristen me observaba atentamente, llegué hasta su sujetador y lo recorrí siguiendo el borde, el escote revelaba un poco más de lo que quería ver.
Su pecho subía y bajaba desacompasadamente, no dejaba de mirar mi rostro como si analizara cada una de mis expresiones, mientras yo no podía separar mis ojos de su cuerpo. Sujeté de nuevo su rostro y la besé intensamente, mi lengua buscó sus labios y los recorrí lentamente saboreándolos centímetro a centímetro.
Al mismo tiempo Kristen levantaba mi camiseta tratando de sacármela, tuve que separarme por un momento para ayudarla, una vez que me quedé sin ella, Kristen posó ambas palmas de sus manos sobre mi pecho y lo recorrió suavemente, me estremecí vencido.
Kristen me tenía en sus manos, no había en el mundo ninguna mujer para mí más que ella. Me acarició llevando sus manos hasta mis hombros, sus caricias enviaban impulsos eléctricos a diferentes partes de mi cuerpo. Observó mi pecho, mis hombros, e inconscientemente su lengua recorrió su labios inferior.
Dios! Ella pensaba matarme, eso era seguro.
La besé de nuevo y luego recorrí su cuello con mi boca abierta hasta situarme a la altura de sus senos, y deposité un beso húmedo justo sobre uno de sus pezones, ella arqueó la espalda inmediatamente.
Luego continúe por su vientre hasta su ombligo e introduje mi lengua en el, ella volvió a arquear su espalda y emitió un gemido bajo y delicioso, continúe descendiendo y desprendí su pantalón.
Ella me tenía sujeto de la cintura con ambas piernas, pero hice que las bajara para poder retirarle los pantalones, su ropa interior era muy pequeña y muy sexy y hacía juego con su sujetador.
No podía dejar de verla, la miraba con reverencia, era la mujer más bella que había visto, y la que había deseado desde el día en que la conocí. La deseaba como el primer día y eso aún seguía abrumándome a veces.
Kristen se levantó aprovechando el momento de debilidad que tenía, sonrió, sabía el efecto que producía en mí, se sentó en la cama y llevó una mano a mi rostro.
Me miró con amor, ternura y comprensión, por unos segundos, todo rastro de lujuria y deseo habían desaparecido de su rostro, eso me conmovió, ella en verdad me amaba, esto no solo era cuestión de sexo y necesidad, era mucho más que eso, era amor.
Se acercó lentamente y me besó tiernamente, mientras me guiaba sobre las sábanas. Pronto estuve acostado sobre las almohadas y ella procedía a retírame los pantalones.
Recorrió mi pecho con dos dedos trazando caminos en zic zac, su rostro se veía distraído en algún pensamiento.
_ ¿En qué piensas_ pregunté?
Ella pareció regresar del lugar a donde había ido.
_ En nosotros_ dijo.
Parecía preocupada.
_ Porque no me dices en que piensas_ insistí.
_ No quiero que perdamos tiempo con cosas que no tienen importancia, solo quiero que me ames_ dijo besándome apasionadamente.
La abracé fuertemente apretándola contra mi cuerpo, la tenía tan sujeta a mí que por un momento pensé que podría romperla, ella era tan pequeña y tan suave.
Kristen no pareció incomodarse con mi agarre y friccionó su cuerpo contra el mío, nuestros sexo estaban tan cerca, podía sentir su calor sobre mi miembro. Estaba húmeda.
Volvió a moverse sobre mí, sus piernas estaban abiertas a ambos lados de mis piernas. La sujeté en posición de sus caderas mientras ella se movía una y otra vez sobre mí. Tentándome.
_ Cerré los ojos, separé los labios, suspiré, me tenía a su merced.
Me costaba mantener los ojos abiertos debido al cúmulo de sensaciones, pero quería verla, así que los abrí. Ella estaba mirándome con aquella expresión de “te tengo en mis manos” y no pude más que apreciar su delicada facción, su piel blanca como la nieve y suave como la seda, solo quise tocarla, mantuve una mano en una de sus caderas y la otra la llevé a su rostro, esta vez fue ella quien cerró los ojos y echó para atrás su cabeza.
La acaricié suavemente siguiendo la línea de su cuello hasta llegar a su hombro derecho, introduje un dedo por debajo del tirante de su sostente y lo hice a un lado, despacio. El tirante cayó a través de su brazo y quedó expuesto una parte de su seno. Repetí lo mismo con el otro tirante y pronto tenía sus redondeados senos libres para mí, sus pezones pequeños y de un rosado tenue se encontraban erectos.
Me levanté de un salto y la tomé con ambos brazos, llevé inmediatamente mis manos a su espalda y desabroché su sostén, por fin sus senos estaban libres del todo y no tarde en adorarlos con mi boca.
Ella sostuvo mi cabeza con ambas manos muy cerca a su pecho, su cabeza seguía echada para atrás, sus labios entre abiertos emitían pequeños gemidos que me volvían loco.
De pronto me detuve.
_ Recuéstate en la cama boca abajo_ dije mirándola con delirio.
Ella hizo lo que le pedí, se tendió sobre la cama, colocando una almohada debajo de su vientre y otra debajo de su cabeza. Dios! Ella sabía exactamente lo que estaba haciendo. La almohada le daba mucha más altura a su hermoso trasero, suspiré, mi corazón latía a prisa, quería tocarla.
Me apoyé sobre una de mis manos y me acerqué a su cuello, la besé suavemente, ella reaccionó moviéndose inquietamente. Recorrí su espalda suavemente por la línea media de la misma, lentamente, haciendo que ella se pusiera impaciente, llegué a la parte baja de su espalda, al inicio de sus glúteos. Me encantaba esa parte de su cuerpo, ella era perfecta, pero su trasero era la parte de su cuerpo que más me gustaba. Me excitaba verla en aquella posición, y ella lo sabía.
Empezó a moverse lentamente con expectación, y ver sus glúteos moverse me estaban volviendo loco.
Introduje tres dedos debajo de su ropa interior y la retiré con movimientos lentos, y suaves, quería disfrutar de este momento. Cuando sus glúteos quedaron expuestos, utilicé ambas manos para terminar de retirarla a través de sus interminables piernas.
La observé con la boca abierta, era hermosa. La acaricié una y otra vez, mientras ella no dejaba de moverse contra mi mano.
Pronto se levantó y apoyó su espalda contra mi pecho, yo seguía con el bóxer puesto pero podía sentir la cálida piel de sus glúteos a través de la tela. Mi sexo exigía alivio, exigía a Kristen.
Ella recostó su cabeza en el hueco de mi cuello mientras apretaba su espalda contra mi pecho, llevé ambas manos hasta sus senos y los apreté. Besé el lado de su cuello expuesto y luego la mordí suavemente.
_ Robbbb_ dijo en un susurro.
_ Te deseo_ fue lo que le contesté, mientras llevaba una de mis manos hasta su sexo. Estaba caliente, suave y húmedo.
Ella llevó una de sus manos a mi ropa interior y me la hizo a un lado lo mejor que pudo. Una vez que mi miembro estuvo libre, empecé a moverme contra ella, buscando acceso, buscando su calor.
Kristen se separó de mí y volvió a colocarse boca abajo invitándome.
Me coloqué entre sus piernas y nos acoplamos perfectamente, como dos partes de un todo física y emocionalmente.