Advertencia: Este capítulo no es apto para menores de edad



Capítulo 63 Budapest

 

RPOV

La escolté fuera del set con mi mano en la parte baja de su espalda. NO podía dejar de mirarla como si no existiera nada más en el mundo,  Kristen en cambio mantenía la mirada baja, se sentía cohibida por la cantidad de gente que había en el set, pero  muy pocos notaron nuestra presencia cuando salíamos rumbo a mi tráiler.

Ahora que al fin la tenía cerca realmente me daba cuenta de lo mucho que la había extrañado, y de lo indispensable que era ella en mi vida.

Caminamos deprisa deseosos de desaparecer de la vista de la gente. Subí las escaleras del tráiler y  abría la puerta para ella, me quedé en la entrada y dejé que ella entrara rápidamente, la seguí enseguida. Cerré la puerta detrás de nosotros y le dediqué la mejor de mis sonrisas. Ella me devolvió la mejor de sus sonrisas mientras su rostro cobraba un color rojo intenso.

Di un paso, acercándome a ella y mis labios clamaron los suyos, mientras mis brazos la atraían a mi cuerpo, mis manos tenía vida propia, cada vez que estaban cerca de Kristen migraban indefectiblemente hacia sus glúteos, era algo magnético, algo instintivo, algo natural.

Kristen llevó sus manos a mi cuello, rodeándome, y atrayéndome con fuerza hacia ella. La pasión  que nos embargaba, erupcionaba  como un volcán en actividad.

Nos habíamos extrañado, y nos necesitábamos con desesperación. Nuestras bocas solo se separaban por un poco de aire cada vez que nos lo exigía y luego seguíamos en nuestra danza de pasión.

Nuestros gemidos se entremezclaban  e inconcientemente empecé  a precionar mi pelvis contra la de ella. Mi corazón latía a mil por hora. La deseaba con locura.

Coloqué ambas manos en sus glúteos y presioné con fuerza contra su cuerpo con el mío.

_ Ahhh_ escapó de sus labios.

_ Ummm_ fue mi respuesta.

Nos separamos por unos segundos, tratando de mantener nuestras respiraciones acompasadas, pero era casi imposible, nos miramos a los ojos.

_ Te he extrañado tanto, te necesito, te deseo_ dije en un susurro sobre su boca.

_Ahhh_ repitió y cerró los ojos entre abriendo los labios.

Volví a besarla apasionadamente, empezó a retirarme el saco que llevaba puesto sin separase de mi.  El saco se escurrió entre mis brazos y cayó al suelo.

 La levanté de los glúteos y ella rodeó sus piernas alrededor de mis caderas, y caminé con ella unos pasos hasta el  sofá y la deposité en el.

Me acosté cerca de ella, y empezó a mover sus caderas incitándome. Sus manos recorrían mi pecho.

Kristen tomó una punta de la corbata que llevaba y la jaló hasta desatarse. Desabrochó el botón del cuello de la camisa y se detuvo a  mirarme  con ojos encendidos de lujuria, seguía moviendo las caderas intentando alcanzar mi pelvis.

Mi cuerpo estaba ardiendo no podía seguir esperando, quería verla desnuda debajo de mi cuerpo.  Como leyéndome el pensamiento se movió buscado espacio y se quitó el abrigo. Inmediatamente apoyé mi cuerpo contra el suyo, presionando mi pelvis contra la de ella.

Kristen arqueó la espalda mientras sus labios desprendían un gemido delicioso. Tomé el borde de su camiseta y la levanté por encima de su cabeza con su ayuda la retiré en un segundo.

Su respiración estaba agitada, su pecho se levantaba y bajada desacompasadamente. Llevé una mano a uno de sus senos y lo apreté.

Kristen suspiró diciendo mi nombre.

_ Robbbb!!

Besé su cuello una y otra vez, mientras ella me dejaba acceso, mis labios recorrieron su cuello lentamente, prolongando el deseo.

Llegué al borde de su sostén  y un fuerte golpe en la puerta nos regresó a la realidad. La voz de Dean hizo que nos incorporáramos inmediatamente.

_ El servicio de almuerzo esta aquí_ dijo en voz suficientemente alta para que lo oyéramos.

Kristen tomó su camiseta y se la colocó en dos segundos, el color rojo que cubría su rostro de deseo, dio paso al rojo de la vergüenza. Traté de parecer normal arreglándome un poco la camisa y recogiendo el saco que estaba en el suelo. Kristen se colocó de nuevo su abrigo y se sentó en un rincón tratando de parecer indiferente.

Abrí la puerta y la señorita del catering ingresó con una sonrisa coqueta, cuando vio a Kristen sentada en un rincón del tráiler, aquella sonrisa se desvaneció inmediatamente, sus ojos se dilataron por la sorpresa y una sonrisa nerviosa ocupó el lugar de la primera.

_ Buenas tardes_ dijo vacilando en un inglés mascullado.

Kristen sonrió nerviosamente.  Colocó la bandeja del almuerzo sobre la mesa y nos miró a ambos.

_ Desean algo más_ dijo dirigiéndose a mí.

_ No gracias, eso es todo_ contesté.

Hizo un gesto con la cabeza dirigiéndose a Kristen y salió del tráiler inmediatamente. Kristen movió la cabeza de un lado a otro entornando los ojos.

_ Todas las mujeres son capaces de lo que sea por Rob Pattinson, seguro venía pensando voy a ofrecerle lo que desee, tal vez me vea y se enamore de mi_ dijo en tono sarcástico.

Reí  de su ocurrencia, era evidente que Kristen no se sentía para nada cómoda con las demostraciones de interés de las mujeres hacia mí, y era lógico, yo me sentía de la misma forma cuando otros hombres la miraban con interés.

_Tal vez interrumpí el momento en el que dos almas gemelas debían conocerse_ siguió en el mismo tono.

_ Fue ella quien interrumpió nuestro momento_ dije mirándola con deseo.

La tomé del rostro con una mano y la besé presionando mis labios fuertemente contra los de ella. Nuestras bocas se movían al compás uno del otro, nos conocíamos perfectamente, el sabor de su boca era dulce se me hacía agua la boca, quería más. Kristen  se separó de mí luego de unos minutos.

_ No es que no me guste esto_ dijo mordiéndose el labio inferior y mirándome con ojos de sexo_ pero en verdad tengo hambre.

_ Lo siento, comamos_ dije.

Empezamos a comer lentamente en silencio pero nos decíamos mucho con la mirada, la conocíamos bien, me sonreía mientras introducía un bocado en su boca y lo masticaba de una manera muy incitante. No me quedaba atrás la miraba a los labios descaradamente, asegurándome de que entendiera  que la deseaba, que la indeseable interrupción no me había hecho olvidar para nada que quería hacerle el amor.

Kristen se quitó los zapatos debajo de la mesa y llevó uno de sus pies a mi regazo y empezó a moverlo muy cerca a mi sexo, cuidando muy cuidadosamente de no tocarlo. Me estaba volviendo loco. Traté de concéntrame para no darle importancia.

_ Cuéntame sobre esa tal Lizza_ dije de repente.

Kristen dejó de mover el pie y lo bajó al suelo inmediatamente después de oírme hablar. Estaba claro que la seguía afectando. Me arrepentí inmediatamente de haber hablado de ella cuando estábamos en una actitud tan intima.

_Fue extraño_ dijo_ en verdad no entiendo su odio, supongo que no es personal, imagino que es debido a alguna condición siquiátrica, no hay otra explicación y el detonante has sido tú, su obsesión contigo.

Bajé la mirada, me sentía culpable.

_ No sabes cuánto lo lamento, habría hecho lo que fuera por ahorrarte estas molestias_ dije.

_ Rob, no es tu culpa, odio que te culpes, no hay forma de saber que algo así puede pasar, ninguno de los dos tiene la culpa, somos simplemente dos personas comunes que nos encontramos en circunstancias extraordinarias. Nos amamos y solo queremos tratar de ser felices, de vivir nuestras vidas.

Dejó su tenedor sobre el plato y se acercó a mí. Llevó una mano a mi rostro, su pequeña mano me acarició.

_ Si vamos a confesar nuestras culpas, tendría que decirte que aún no me perdono por haberte pedido que termináramos por culpa de terceros que no tenían nada que ver en nuestra relación.

_ Kristen_ dije, ella me interrumpió colocando un dedo sobre mi boca y diciendo_ shhhh.

Me miró a los ojos profundamente y sonrió.

_ Te amo, volé miles de Kilómetros solo para pasar mi cumpleaños contigo, no pensemos en nada que nos separe.

Asentí sonriendo.

_ Yo también te amo, y no sabes lo feliz que me hace que estés aquí, te he extrañado mucho_ dije uniendo mi frente con la de ella. 

 

KPOV

 

Era mi segundo día en Budapest, debo reconocer que el primero fue genial, a pesar de que Rob está muy ocupado se había tomado el tiempo de estar conmigo todo lo que había podido, esta mañana iría  a dar una vuelta con John y con Dean por la ciudad mientras Rob trabajaba.

Le dije a Rob que no tenía necesidad de que Dean me acompañara, pero él insistió, así que una vez que dejó a Rob en el set, regresó por mí a la casa que Rob tenía designada durante el tiempo en que grababa en Budapest.

_ ¿Bueno a donde vamos?_ pregunté a Dean.

_ Ummm me indicaron algunos lugares interesantes, a ver a cuál de ellos vamos primero_ dijo.

_ Oh Dean lamento que tengas que hacer de guía de turistas_ dije.

_ Nada de eso, me encanta poder acompañarte y conocer un poco más de este lugar, siempre que Rob y yo viajamos no tenemos mucho tiempo para conocer.

_ Pues eso me deja más tranquila_ dije.

_ Y a Rob también, le preocupa tu seguridad, ya están sospechando de que estas aquí.

_ ¿SI? Nadie me vio ayer.

_ Pues no sé cómo, pero están suponiendo que pasarás tu cumpleaños con Rob.

_ Bueno han supuesto bien_ dije riendo.

_ Pues primero que te parece si empezamos en Buda, ahí se encuentra el Barrio del Castillo_ dijo Dean.

_ Perfecto yo solo te sigo_ dije riendo de nuevo.

Hoy me encontraba de muy buen humor, la noche anterior había sido genial, Rob y yo la pasamos de maravillas, solo esperaba que no estuviera muy cansado porque el día sería largo para él.

Budapest ciudad se encuentra decidida en tres partes, Buda, Pest y Obuda

 El Barrio del Castillo es la zona antigua de Buda, su casco histórico. Está situado en lo alto de una colina, donde se encuentran los edificios más antiguos y mejores conservados. Para llegar hasta ellos, podemos subir a pie mediante una caminata de 10 minutos. Pero decidimos ir en  el funicular. La vista de la ciudad a esa altura era espectacular, el Danubio  se divisaba en todo su esplendor, al igual que sus puentes, y también la zona de Pest.

El lugar era magnífico y nos detuvimos a observar cada detalle desde lo alto, desee que Rob pudiera ver esto conmigo, pero su trabajo se lo impedía, de todas formas era agradable estar aquí.

Sonreí para mis adentros, recordé el día anterior, nuestras caricias en el tráiler y la cara de sorpresa de la asistente al verme allí. También me vino a la mente nuestro regreso a la casa  al terminar la grabación aquella tarde. Dean se había unido a John en la casa de huéspedes donde se estaban quedando. Apenas Dean se había retirado Rob me levantó en brazos y me llevó al cuarto. Reía como una chiquilla, mientras el besaba mi cuello por el camino.

Dean interrumpió mis pensamientos.

_ Estas casas parecen que están a punto de irse a bajo_ dijo.

En efecto así era, el barrio fue duramente bombardeado durante la segunda guerra mundial, y aunque se intentó reconstruirla, todavía quedan claros vestigios de ello. De hecho, todavía se pueden ver agujeros de bala en varias de las paredes de algunos edificios que se han dejado sin restaurar, tal vez para no dejar en el olvido aquellos días tan fatídicos.

La red de calles del barrio del castillo sigue el trazado medieval. En este pequeño territorio se encontraban las casas de los burgueses más acaudalados y de la aristocracia dirigente. Son un vestigio de la animada vida del barrio del castillo los amplios patios interiores y los nichos con asientos góticos de los portales, los puentes que unían las casas a la altura de la primera planta, de los que sólo se conserva uno el pasadizo Balta.

 Vale la pena asomarse a los patios interiores, además de los entrañables jardines podemos descubrir numerosas estructuras medievales, ventanas arqueadas, etc. Había además otra ciudad, bajo la tierra, pues a cada casa le pertenecía un sótano. Estos además de recoger el agua, se utilizaban como bodegas de vino o almacenes hoy reconvertidos en acogedores restaurantes y elegantes tiendas.

Mi olfato me jugó una mala pasada, olí el perfume que anoche usaba Rob, me volteé inmediatamente buscándolo. Era una tonta sabía que era imposible que él estuviera aquí, pero el recuerdo era tan real que aún lo seguía oliendo. Sonreí. Recordé  a Rob tendiéndome en la cama sin dejar de besar mi cuello y el aroma de su perfume me invadía los sentidos, sus manos en mi cuerpo, tibias, firmes, y su voz con aquel acento tan sexy llamándome su amor.

Me estremecí, sería mejor que dejara de pensar en lo que hicimos anoche, debía concentrarme en lo que estaba viendo.

Desde el patio del Palacio una cuesta apenas perceptible nos lleva a la Plaza de la Santísima Trinidad. Es una curiosidad de Buda el que la ciudad estuviera situada a mayor altura que el palacio destinado a ser fortaleza.

La Plaza de la Santísima Trinidad era el centro de la Buda medieval, era donde empezaba el mercado y se levantaba el ayuntamiento. En el centro de la plaza hay una ornamentada columna barroca de la Santísima Trinidad, levantada tras una epidemia de peste en el siglo XVIII.

El monumento protagonista de este barrio es el templo de Nuestra Señora, más conocido como Matías, rey que colocó en 1470 en la torre meridional su escudo con el cuervo. Esta iglesia desde hace siglos viene siendo escenario de eventos históricos del país: coronaciones, capillas ardientes de monarcas, juramentos de reyes, alianzas, esponsales, etc.

 Los frescos y las vidrieras del interior son como un libro ilustrado de historia, al evocar los notables acontecimientos de la historia de Hungría. Fue donde se escuchó por primera vez, en 1867, la Misa de Coronación de Liszt.
Tras la iglesia Matías se levanta un edificio desde donde se pueden apreciar las mejores vista de Budapest. Como el Bastión de los Pescadores.





Edificio neorromántico que de acuerdo con la tradición recibió su nombre del gremio de los pescadores que defendía aquí el castillo. Sus arcadas, que evocan las formas de claustros románicos, rodean la estatua del rey fundador del estado, Esteban I.

En las proximidades se encuentra el Hotel Hilton, que se levanta en una antigua iglesia y monasterio dominicos, cuyos restos fueron integrados en la arquitectura moderna de manera única en el mundo. En las ruinas de la iglesia de formidable acústica se organizan conciertos en verano.

 

 

 

Ahora nos trasladábamos al otro lado de la ciudad hasta Pest. Recostada en el asiento trasero con mis lentes de sol puesto, sonreí para mis adentros, recordé de nuevo la noche anterior.

Rob besaba mi abdomen con reverencia sus dedos me acariciaban con soltura, mis  manos se enredaban en sus cabellos largos, mientras gemía de placer. Mis senos pedían a gritos un poco de atención, Rob debió percibirlo por mis movimientos e inmediatamente dejó mi vientre y dedicó su total atención a ellos.

Esta vez fue John quien me interrumpió.

_ Aquí estamos_ dijo.

Inmediatamente sentí el rubor en mi rostro, el me miró curioso, pero no dijo nada solo sonrió. Qué vergüenza! ¿Qué pensaría si supiera que cosas pasaba por mi mente en este momento?

Nos apeamos del automóvil e iniciamos el recorrido por esta parte de la ciudad.

Pest se extiende al otro lado del Danubio esta es la zona nueva. Tengo que mencionar la gran cantidad de edificios termales. Pero sería imposible para mí entrar a uno de los balnearios sin llamar la atención.

En Pest el monumento más célebre, símbolo de la ciudad, es el Parlamento , rodeado de grandes jardines.

La otra construcción importante es la basílica de San Esteban (Szent Istvan Bazilika) construida en 1848 (consagrada en 1905). La altura de la cúpula es de 96 metros, abundante en pintura al fresco.




También pasamos por la  Opera estatal húngara, edificio neo renacentista italiano, cuyo interior pudimos  visitar, siendo descomunal y grandioso. En frente  otro de los cafés típicos de la ciudad.





De aquí destacan también El Mercado Central , es como una plaza de abastos muy bonita, en la parte de abajo se vende todo tipo de verduras, hortalizas, carnes, pescados, bebidas y en la de arriba ropa, juguetes, todo tipo de decoración y aquí es donde pude comprar unos suvenir para mi familia.

Su construcción se realizó utilizando como soporte vías de tren, es muy interésate y original.

Desde luego aproveché la oportunidad de preguntar todo lo que pude sobre las hortalizas que utilizaban en sus platos típicos y tuve una conversación agradable con una vendedora que hablaba muy bien  inglés.

El día se había pasado muy rápido y Rob me esperaba para almorzar. Hicimos el camino al set. Rob estaba terminando cuando llegamos. Me sonrió pícaramente al verme, sabía que estaba en su mente, era claro que tampoco había olvidado lo de anoche.

Nos dirigimos al tráiler sin llamar mucho la atención, entramos y cerró la puerta, el almuerzo ya estaba en la mesa.

_ Esta vez no habrá nadie quien nos interrumpa _ dijo con un brillo en los ojos.

Sonreí mordiéndome el labio inferior. Me escoltó hasta la mesa y nos sentamos a comer.

_ ¿Cómo estuvo el día?_ preguntó.

_ Muy bien, la ciudad es interesante, tiene edificios muy antiguos, lastimosamente el bombardeo dejó monumentos muy dañados.

_ Si pude ver algunos durante los días de Semana Santa. Que más, cuéntame.

_ Pues conocí a una señora en el mercado, me dio tips interesantes, tal vez me anime a preparar alguna comida  Húngara mañana.

_ Pues no te imaginaba cocinando en tu cumpleaños, se supone que soy yo quien debe hacer algo agradable por ti_ dijo.

_ Ummm pues aún espero que lo hagas, solo que quiero cocinar, quiero probar algo diferente, tal vez mañana puedas ir a la casa a comer.

El sonrió

_ Me encantaría comer algo hecho por ti_ dijo_ pero en verdad no quisiera que cocinaras en tu cumpleaños.

_ En verdad quiero hacerlo_ dije.

_ Está bien, pero ahora quiero que vengas aquí_ dijo tomándome de la mano y haciendo que me sentara en sus piernas.

_ ¿Sabes?_ continuó.

Negué con la cabeza y sonreí, lo rodee del cuello con los brazos y él me sostuvo de las caderas con ambas manos.

_ No pude dejar de pensar en ti en todo el día, solo tenía el sabor de tu boca en la mía y tu cuerpo fusionado al mío en mi mente.

Me estremecí, la forma tan sexy en que lo decía me excitó inmediatamente. Acercó su boca a mía y volvió a hablar mirando mis labios con descaro.

_ Solo deseaba que llegara la hora del almuerzo para tenerte a solas de nuevo y poder recorrer tus labios con mi lengua.

Tragué saliva, esto se estaba poniendo intenso. Dejé que siguiera hablando.

_ Quería volver a sentir tus piernas alrededor de mi cintura y presionarte fuerte contra mí.

Su boca tomó la mía de una manera posesiva, pero deliciosa, mi boca estaba dentro de la suya, en un segundo sus manos acariciaban mi espalda, mientras  seguía besándome desesperadamente. Me separé un poco y traté de mantenerlo ocupado.

_ ¿Y cómo te fue a ti?_ pregunté.

El no perdió tiempo empezó a besar mi cuello.

_ Ummm_ contestó mientras besaba sonoramente mi garganta.

_ ¿Estás preparado para la escena de la boda? Será la primera vez que te cases en un set_ dije tratando de distraerlo.

Me miró a los ojos con aquel brillo de lujuria que me hacía estremecer.

_ Hablaremos de eso después, te deseo dijo con una voz gruesa y gutural.

No volví a decir nada y el volvió a besarme intensamente, enredé mis dedos en su pelo y arquee mi cuerpo contra el suyo. Yo sentía lo mismo que el. Metió sus manos debajo de mi camiseta y acarició la piel desnuda de mi espalda.

Ya no había vuelta atrás jadeábamos ante cada caricia, empecé  a desprender su camisa y acaricié su pecho desnudo. El levantó mi camiseta y me la sacó en un movimiento simple.

Empezó a bezar mi cuello de nuevo dirigiéndose al sur. Llevó una mano a mis senos y los masajeó primero uno y luego el otro, arquee la espalda y entreabrí  la boca en busca de aire. Su boca se unió a sus manos y empecé a moverme buscando hacer contacto con su cuerpo.

Llevó una de sus manos al borde de mi pantalón y lo desabrochó ágilmente e introdujo sus dedos dentro de mi panty.

_ ¡Oh Rob! Espero que no vengan a interrumpirnos de nuevo_ dije jadeando.

_ Me aseguré de ello, no te preocupes_ dijo sobre mi pecho, y continuó atormentándome, deseaba que me hiciera el amor.

Llevó ambas manos a mi espalda y desabrochó mi sostén, liberó mis senos de su prisión y tomó uno de mis pezones con su boca ardiente.

Gemí , tuve que contenerme cuando me percaté que lo estaba haciendo en voz muy alta. Me estaba volviendo loca su boca en un seno y una mano en el  otro masajeándolo con movimientos constantes y firmes.

No podía sacarle la camisa, no dejaba de tocarme y no tenia oportunidad de deslizar la camisa por sus brazos, así que trabajé en su pantalón, pronto lo tenía desabrochado  e introduje mi mano en su bóxer, su miembro estaba caliente, suave y pulsante. Lo acaricie suavemente al principio y luego seguí el ritmo que Rob le estaba dando a mi seno.

Seguimos así por un par de minutos hasta que me levanté y me paré enfrente a él, me observó por unos segundos de pies a cabeza y llevó ambas manos al borde de mi pantalón y me los sacó de una sola vez arrastrando mi panty con él.

No esperó a que yo lo ayudara con el suyo, lo retiró inmediatamente y me levantó en brazos, rodee mis piernas en sus caderas.

_ Si, bebé, así te quería tener de nuevo, esperé todo el día por esto, dijo sobre mi boca, atacándola seguidamente.

Me colocó a la altura de su miembro erecto, pensé que sentiría que me penetraba, pero  amagó un par de veces haciendo que el deseo se acentuara. Quería tenerlo dentro de mí.

_ Dios eres preciosa cuando estas excitada, tu rostro es el de una diosa, eres hermosa, sexy, te deseo_ dijo con voz tan ronca por la lujuria y el deseo.

_ Robooo_ fue lo único que pude articular buscando hacer fricción con su sexo.

Y él me penetró lentamente mirándome a los ojos con delirio. Nos acomodamos en un par de movimientos y caminó unos pasos para apoyarme en la pared. Y empezó a moverse dentro de mí mientras yo recibía cada uno de sus avances con igual intensidad.

Imagino que todo el juego previo me había elevado la temperatura porque no tardaría mucho en llegar al orgasmo, podía sentirlo llegar profundamente dentro de mí en cada una de sus estocadas. Apreté mis piernas alrededor de su cintura y tensé los músculos de mi pelvis una y otra vez hasta que el mundo se desintegró a mi alrededor, todo se volvió negro y solo sentí mi cuerpo vibrar.

Con un par de movimientos más Rob me siguió diciendo mi nombre una y otra vez.

 

 

 

 

 

Nos vestimos en silencio, solo nos sonreíamos mutuamente, teníamos una forma solo nuestra de comunicarnos con la mirada, muchas veces no necesitábamos de palabras.

Poco después se despidió de mí con un beso largo y tierno.

_ Te aviso cuando estemos por grabar, quiero que estés presente en la grabación de la boda.

Sonreí.

_ Será extraño verte casarte con otra_ dije.

El sonrió de nuevo y acarició mi rostro.

_Descansa, piensa en mí_ dijo mientras salía del tráiler.