Advertencia: Este capítulo no es apto para menores de 18 años
Capítulo 55 Vacaciones II
KPOV
Desperté por la mañana, la luz se filtraba tenue a través de las cortinas, me removí perezosamente en la cama, restregué las manos en los ojos y traté de recordar donde estaba. Los interminables viajes y lugares diferentes en donde solía despertar aún me confundían, haciendo que a veces no supiera en donde estaba.
Lo recordé inmediatamente, y busque a Rob con mi mano. El aún dormía a mi lado, su rostro estaba aparentemente sereno, pero una pequeña línea se había instalado en su frente, signo inequívoco de alguna preocupación, aunque esto pasaba totalmente inadvertido para él. Pero yo lo conocía muy bien, que a veces hasta me daba miedo.
Lo observé por un momento y recordé la noche apasionada que tuvimos, recordé nuestra próxima separación, pero inmediatamente traté de borrarla de mi mente, no volé con Rob hasta aquí solo para deprimirme por nuestra separación, estábamos aquí para disfrutar juntos y eso es lo que íbamos a hacer.
Me incorporé desperezándome, levantando los brazos y bostezando, los pétalos de rosas que anoche estaban sobre la cama yacían ahora por toda la habitación, sonreí, nuestra noche había sido un poco salvaje.
Rob empezó a despertar, pero antes de abrir los ojos comenzó a buscarme con la mano, hasta que alcanzó uno de mis muslos. Cuando estuve a su alcance me acarició suavemente.
_ Buenos días_ dijo sonriendo.
_ Buenos días _ respondí de la misma manera.
_ ¿Cómo has dormido?_ preguntó levantándose y dándome un beso en los labios.
_ Muy bien contesté, ¿y tú?
_ Genial_ contestó, pero yo sabía que había algo que lo inquietaba.
Preferí dejar las cosas como estaban, al menos por el momento, de seguro, Rob encontraría el momento oportuno para hablar de lo que le estaba molestándolo.
_ ¿Cuál es el plan para hoy?_ pregunté realmente interesada.
_ Bueno, déjame ver, tenemos paseo en bicicleta, piscina termal, esquí, canotaje, o simplemente un día de spa, tú eliges.
_ Wow, a ver a ver, que te parece si empezamos con el paseo en bicicleta, después del desayuno y luego vemos como se presenta el día.
_ Perfecto_ contestó sonriendo, acarició mi rostro y volvió a besarme los labios.
_Bueno será mejor que nos preparemos_ dijo.
_ ¿Por qué no pedimos el desayuno, y mientras nos damos un baño?
_ Buena idea, ve arreglándote que yo llamo por el servicio, ¿deseas algo en especial?
_ No, solo sorpréndeme_ contesté con un giño.
Entré al baño y me duché rápidamente, la mañana pasaba volando, y quería que aprovecháramos lo que quedaba de ella. Me miré al espejo, me veía bien, estaba relajada, pero aquella separación me volvió a cruzar por la mente. Sacudí la cabeza y salí del baño.
Rob había abierto la puerta que daba al balcón y estaba disfrutando de la brisa de la mañana, por la posición del sol parecía que serían como las 10 de la mañana, no tenía reloj, así lo había dispuesto en el afán de no preocuparme de la hora durante estos días de vacaciones, pero me ponía inexorablemente a buscar la manera de saberla por el ansia de no perder el día y aprovecharlo al máximo.
_ Ya es tarde_ dije.
_ ¿Tarde para qué?_ preguntó con un gesto divertido.
_ Para salir a aprovechar el día_ dije.
_ Creo que lo estamos aprovechando bien_ contestó_ No te apresures, tenemos el tiempo del mundo, al menos durante los días en que estemos aquí_ agregó riendo_ Solo disfruta_ dijo besando mi frente.
Tocaron a la puerta y Rob fue a abrirla, poco después nos servían el desayuno en la terraza, mientras que el sol calentaba agradablemente.
_ Rob esto es demasiado! Jamás comeremos todo esto_ dije.
Rob había pedido una gran variedad de alimentos para el desayuno.
_ No sabía que querías así que quise sorprenderte_ dijo jugando, aludiendo a mi respuesta anterior.
Moví la cabeza incrédula.
_ Vamos sentémonos y disfrutemos de esta vista_ dijo.
Nos sentamos uno al lado de otro y serví café para ambos, eso era lo que necesitábamos, el aroma y el sabor del café me despertaron los sentidos. El primer trago en la mañana, es lo mejor que puede pasarme durante todo el día, al igual que el primer cigarrillo.
Pues eso fue lo segundo que hizo Rob encendernos un cigarrillo, estábamos adquiriendo la costumbre de compartir nuestros cigarrillos, se estaba convirtiendo en una práctica común entre nosotros.
Observamos el paisaje en silencio mientras tomábamos nuestros cafés y fumábamos el cigarrillo compartiendo las bocanadas de humo.
La montaña se dibujaba a lo largo de todo el territorio, como una de aquellas pinturas que puedes adquirir en alguna casa postal, la nieve se mantenía en las cumbres, esperando por los turistas que iban a esquiar, pero en las zonas más bajas se podían ver solo restos de las pasadas nevadas.
Era una suerte contar con días no muy frígidos desde que llegamos, esperábamos que así siguiera en lo sucesivo.
_ Así que bicicleta ¿no?_ preguntó de repente_ soy un experto en eso_ dijo.
_ Pues te juego una carrera_ contesté sonriendo.
_ Trato hecho, pero ¿Cuál es la apuesta? Debe haber un premio para el ganador.
_ Ummm, pues si yo gano tendrás que lavarme la espalda esta noche.
_ Wow, creo que dejaré que me ganes_ contestó con una mirada pícara.
Sonreí.
_ Y si gano yo ¿qué recibo?_ preguntó levantando una de sus cejas sugestivamente.
_ Ummm no lo sé dije, de todas formas eso no va a pasar porque seré yo quien gane_ contesté con una sonrisa triunfante.
_ Ya veremos_ fue todo lo que contestó.
Poco después cruzábamos un puente sobre el río Green, el día era perfecto, la brisa seguía suave y el sol seguía en su plenitud, bueno en toda la plenitud en que podía estar en pleno invierno.
_ Bien cuando crucemos el puente empezamos la carrera_ dijo Rob.
_ ¿Y hasta donde llegaría la carrera? _ pregunté.
_ Bueno hasta a aquellos arboles_ dijo señalando un grupo de 5 árboles que se encontraban como a 200 metros de distancia.
Terminamos de cruzar el puente y nos detuvimos uno al lado del otro.
_ ¿Estás lista?_ preguntó.
_ Lista_ contesté.
_ A la cuenta de 3. Uno, dos y tres_ dijo mientras salíamos lo más rápido que podíamos.
Desde luego Rob me dejó atrás inmediatamente, sus piernas eran mucho más largas y cada vez que pedaleaba era como si avanzara tres veces más que yo. Pero poco después empezó a reducir la velocidad y yo empecé a alcanzarlo.
Estaba claro que Rob era menos atlético que yo, en unos segundos estaba a su lado, y en el siguiente lo estaba pasando.
_ Vamos Flippy te estás quedando atrás_ dije mientras me alejaba otros 20 metros.
Poco después Rob volvió a tomar su ritmo y me alcanzó.
_ ¿Qué decías amiga?_ preguntó mientras me dejaba atrás y llegaba primero a la meta, riendo.
_ Bueno has llegado primero, porque te di un poco de ventaja_ dije jugando_ evidentemente no era si, Rob era mucho más veloz, después de todo era más alto y más fuerte que yo.
Bajamos de la bicicleta y puse cara de pocos amigos.
_ Hiciste trampa, eso es seguro _ dije fingiendo estar molesta.
El se acercó y me abrazó riendo.
_ No quieres aceptar que perdiste_ dijo riendo_ pues tendrá que hacerlo porque tendrás que pagarme la apuesta.
_ No hay trato, jamás dijiste que te daría yo si ganabas, así que no puedes reclamar ahora.
_ No es así, señorita_ dijo besando la comisura de mis labios_ cuando te diga cómo vas a pagarme esta apuesta tendrás que cumplir con tu palabra de apostadora.
_ ¿Y cuándo será eso se puede saber?
_ Ummm, no lo sé, cuando lo tenga claro te lo diré_ contestó con una sonrisa sospechosa.
Desde luego Rob estaba planeando algo, eso era seguro, siempre estaba planeando algo.
La mañana se había ido, y el hambre nos había hecho regresar al hotel, eran más de las 4 de la tarde, y decidimos ir al restaurante por el almuerzo.
Rogábamos que aun pudieran prepararnos algo, no hubo problemas, nos atendieron muy rápido y la comida estuvo exquisita.
Regresamos a nuestra residencia a eso de las 6 de la tarde cansados, decidimos tomarnos un baño. Rob llenó el jacuzzi del cuarto de baño y observé como colocaba varias sales y burbujas en el agua, sonreí, Rob no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba haciendo, eso no importaba, el lo hacía de corazón y eso era lo único que interesaba.
_ Listo_ dijo sonriendo.
Observé la tina con una sonrisa, las burbujas aumentaban de tamaño y el aroma a flores del campo llenaba el lugar.
_ Creo que se me pasó la mano con esto_ dijo.
Reí.
_ No te preocupes, está perfecto, pero si desaparezco entre las burbujas, por favor me sacas a flote.
_ Graciosa, no creo que sea para tanto, pero supongo que deberán surtirnos de más de estas cositas_ dijo levantando uno de los frascos, el cual estaba completamente vacío.
Sacudí la cabeza sonriendo.
_ Bueno basta de criticar mis habilidades para preparar un jacuzzi, piensas quitarte la ropa o no_ dijo levantado una ceja y mirándome pícaramente.
_ Tu primero_ dije con una media sonrisa.
Rob no necesitó más invitación y en pocos segundo se había deshecho de toda su ropa y estaba metido en el jacuzzi sonriendo.
Lo observé con los brazos cruzados riendo divertidamente.
_ Vamos, ¿ a qué estas esperando?_ dijo haciéndome señas para que ingresara.
Procedí a quitarme los zapatos y a desabrocharme el pantalón, Rob me miraba atentamente. Luego levante mi camiseta y me la quité inmediatamente, me quedé con los sostenes puestos y procedí a sacarme lentamente el pantalón.
Rob suspiró profundamente. Lo miré y sonreí.
_ Creo que hubiese sido mejor que te ayudara a desnudarte_ dijo.
_ ¿Por qué tanta impaciencia, Rob?_ pregunté jugando un poco.
_ Porque el agua se enfría_ contestó.
Está bien dije caminado un poco más cerca a él y desabrochando mi sostén y colocándolo encima del resto de mi ropa que descansaba en una butaca cerca al espejo del baño. La ropa de Rob se encontraba regada por el piso del baño. Las observé y decidí recogerlas, porque el agua que se derramara del jacuzzi podía mojarla.
_ ¡Por Dios Kristen, metete de una vez al agua!
_ Rob si no recojo esto ahora tu ropa terminará mojada.
_ No me importa la ropa, solo quiero que te metas al agua_ contestó frustrado.
Decidí que ya lo había molestado bastante así que me desnudé por completo y me quedé allí parada frente a el por unos segundos.
El me miró con la boca abierta como si estuviera sediento y levantó una mano para ayudarme a entrar. Tomé su mano e ingresé con cuidado, había tanta espuma que todo estaba muy resbaloso.
El agua estaba bastante caliente, pero era agradablemente soportable. Me acomodé frente a él a una distancia prudencial.
_ Mummmmm, está caliente, ¿ cómo es que dijiste que el agua se enfriaba?_ pregunté molestándolo.
_ Es solo que quería que entraras de una vez, pero la idea de que estuviéramos en el jacuzzi no era para que te acomodaras a dos kilómetros de distancia.
_ ¿Dos kilómetros? No estoy a dos kilómetros.
_ Bueno, es como si lo estuvieras, ven para aquí, dijo sonriendo.
Me acerqué a él y me tomó de un brazo e hizo que me sentara entre sus piernas. Tomó una esponja y empezó a masajearme la espalda por ella.
_ Pensé que era yo quien había perdido la apuesta _ dije.
_ Ummm, y así es, pero esto será parte de mi recompensa por haber ganado la carrera.
_ ¿Parte, qué más tienes en mente?_ pregunté interesada.
_ Ya lo verás_ contestó besándome en el cuello.
_ Permíteme encender esto_ dijo presionando el botón de encendido del jacuzzi.
Inmediatamente los chorros de agua empezaron a masajear nuestros cuerpos.
_ Mummmm, esto es genial dije, relajándome por completo.
Rob estaba haciendo un excelente trabajo, el cansancio del día, sumado a los masajes de Rob en mi espalda me estaban aletargando.
_ Si sigues así, me voy a quedar dormida aquí mismo_ dije mientras me recostaba en su pecho.
_ Ummm, aún no he terminado contigo_ dijo_ masajeando ahora mi vientre con la esponja.
Me relajé suspirando sobre su pecho. Sus movimientos eran lentos pero firmes, y poco a poco deje el letargo, para adentrarme en el deseo.
Empezó a depositar pequeños besos en mi mejilla derecha mientras su mano avanzaba lentamente con movimientos circulares cada vez más hacia el sur.
Mis suspiros que al principio aparecían esporádicamente habían aumentado en intensidad y frecuencia, mi cuerpo empezó a moverse al ritmo de su mano instintivamente.
_ Ahora quiero mi premio_ dijo seductivamente en mi oído.
Su voz sonaba grave y lujuriosa, con un marcado acento inglés, que envió impulsos eléctricos a través de mi espina hasta mi centro. Mi corazón dio un vuelco y empezó a latir más deprisa.
No sabía si Rob era consciente o no de que durante nuestros encuentros íntimos su acento se hacía más marcado, era muy sexy oírlo hablar así.
_ Y…… ¿ cuál es tu premio? _ pregunté sugestivamente.
_ Tu_ contestó sobre mi oído, su aliento arrullaba mi oído dulcemente.
Llevé una de mis manos a su cuello y acaricié su pelo.
Dejó de lado la esponja y la remplazó con sus manos una a la altura de mi bajo vientre y otra sobre mi seno derecho. Las caricias se sucedían una tras otras, y yo me encontraba en éxtasis.
Al sentir sus dedos sobre mi pezón, arqué la espalda, un cúmulo de sensaciones recorrían mi cuerpo. Su otra mano llegó a destino, reverentemente se movió sobre mi pelvis pidiendo permiso.
Yo accedí separando un poco las piernas, sus hábiles dedos me acariciaron lentamente con movimientos circulares, intercalándolos con movimientos verticales sincronizados.
_ Ummm, aaaaaaa_ era todo lo que salía de mi boca.
_ Te gusta
Esa no era una pregunta, era una afirmación.
_ A mí me encanta_ dijo.
Rob fue más al sur e introdujo un dedo dentro de mí, mientras que su pulgar seguía acariciándome en mi centro, su otra mano ahora prestaba especial atención a mi seno izquierdo, su brazo rozaba el derecho y las sensaciones, y el calor del agua hacían que mi piel se erizara.
_ Robbb, tienes que ir más despacio_ dije en un gemido desesperado.
Si él seguía en ese ritmo, era seguro que acabaría inmediatamente y no deseaba eso ahora, quería disfrutar de esto.
_ ¿Por qué habría de ir más despacio si me encanta verte de esta forma? Me vuelve loco verte así_ dijo besándome en la boca.
La posición no era muy buena, pero nuestros labios se acomodaron como pudieron. Rob emitió un gemido bajo y gutural, y sentí su erección en la parte baja de mi espalda.
Me separé de él, y protestó inmediatamente.
_¿A dónde crees que vas?
_ A ninguna parte_ dije colocándome frete a él.
Me tomó de la cintura y me sentó en su regazo. Me tomó de la parte de atrás de la cabeza y me besó posesivamente. Su otra mano recorría mi espalda desesperadamente, presionando a la altura de mi cintura cada vez que su mano llegaba allí, tratando de fundir nuestros cuerpos en uno. Su boca abandonó la mía y siguió besándome el cuello hasta llegar a mis senos, introdujo uno de mis pezones en su boca y me vi forzada a echar la cabeza para atrás, los labios entreabiertos ya no eran suficientes para mantener el ritmo de mi respiración normal.
Rob sostenía mi espalda con una mano y con la otra se encargaba acariciar mi otro seno.
_ Dios Kristen eres tan bella, tan deseable, decía sobre mi pecho.
Mis manos fueron hasta su cabello y los enredé en ellos, acercando su cabeza a mí.
Estaba segura que el agua ya no estaba tan caliente como al principio, pero era evidente que la temperatura en mi cuerpo había subido considerablemente.
Me separé de Rob por un momento, y él me miró perplejo. Sonreí y con movimientos lentos y mirada sugestiva, me coloqué sobre su regazo con las piernas a ambos lados de las suyas, nuestros sexos se rozaban y Rob cerró los ojos emitiendo un gemido sonoro.
_ Te deseo _ dijo en la voz más baja y primitiva que le había oído.
Yo también lo deseaba, y mucho.
Nos movíamos en una danza lenta, pero rítmica, cada vez que su miembro erecto se acercaba al mío gemíamos en éxtasis.
_ Quiero hacerte el amor_ dijo en mi oído.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, mientras me levantaba y me posicionaba en el lugar adecuado para que nuestros cuerpos se unieran.
RPOV
Kristen se movía libremente por el cuarto de baño envuelta en una toalla que dejaba ver sus largas y blancas piernas, y sus esbeltos hombros, el agua del jacuzzi se había enfriado y decidimos que era hora de salir. Había recogido su pelo en una pequeña cola y se observaba en el espejo, esta vez me centré en su trasero.
Sonreí, Kristen era hermosa, pero la parte de ella que más me atraía era su trasero, volví a sonreír, recordé el audio comentario que hicimos Kristen Catherine y yo para Twilight, en aquella época aun era sincero, aún me daba el lujo de decir abiertamente lo que sentía, aunque ahora ya no parece muy buena idea hacerlo.
En aquella oportunidad dije muy abiertamente que el trasero de Kristen me parecía robusto. Y en verdad aun opino igual, es solo que ya no puedo expresarlo tan abiertamente como antes. Pero eso no me impedía decírselo a ella.
_ Ummm ese trasero tuyo me está matando_ dije.
La vi sonrojarse a través del espejo. Pero inmediatamente trató de suprimirlo haciendo rodar los ojos.
Yo sonreí nuevamente, me encantaba jugar con ella, en especial cuando sabía que reaccionaría de aquella forma.
_ ¿NO me crees? Pues acércate y escucha como late mi corazón_ dije.
Ella volvió a rodar los ojos y no hizo ningún movimiento que indicara que se acercaría a mí. Así que fui yo quien se levantó inmediatamente y me acerqué a ella.
Me coloqué detrás de Kristen muy cerca y le hablé al oído, asegurándome de que mi aliento acariciara su piel.
_En verdad me estas matando_ dije en un susurro.
Llevando una de mis manos hasta uno de sus glúteos, y la otra recorría uno de sus brazos suavemente.
Kristen se mantuvo callada y quieta, y me observaba atentamente través del espejo. Besé su cuello y acaricié sus glúteos sobre la toalla. Estaba desnudo presionando mi cuerpo contra el suyo, la deseaba de nuevo, allí mismo, ahora.
_ Te deseo_ dije llevando ambas manos a los costados de sus piernas y recorriéndolas hasta sus caderas.
Levantando la toalla al paso. Kristen cerró los ojos y echo la cabeza atrás, entreabrió los labios y suspiró.
Apreté mi cuerpo contra el suyo llevando ahora mis manos hasta su vientre, sus glúteos estaban expuestos, eran perfectos.
Presioné mi mano contra su vientre, y ella presionó sus glúteos contra mi pelvis, observé como su trasero se movía contra mi miembro erecto.
_Ahhhhhh Kristennn, quiero tomarte aquí mismo_ dije presionando nuestros cuerpos de nuevo.
Kristen no dijo nada, solo se movió seductoramente contra mí.
Recorrí su cuerpo hasta llegar a sus senos y la toalla cayó al suelo, la tenía desnuda frente al espejo y contra mi cuerpo, me moría por hacerla mía de nuevo, era como si no hubiésemos hecho el amor minutos antes, como si hacía meses que no la tenía.
El recuerdo de nuestra próxima separación de nuevo me llenó la mente y suspiré. Kristen me observó a través del espejo como si compartiera mis temores.
Traté de olvidar y preferí concentrarme en ella. Kristen colocó sus manos sobre tocador a modo de apoyo y separó levemente las piernas. Mis manos recorrieron su cuerpo de nuevo, la izquierda hacia sus senos y la derecha hacia su sexo.
La acaricie lentamente, estaba húmeda y tibia, gimió bajito.
_ Te deseo_ volví a decir.
Kristen recostó su espalda por mi pecho y buscó mi boca, nos unimos en un beso desesperado y lujurioso. Nos separamos en busca de aire.
_ Yo también te deseo de nuevo_ dijo ella.
_ Kristennn, estas tan deliciosamente húmeda.
Gimió esta vez más alto.
_ Separa un poco más las piernas_ pedí.
Ella lo hizo en seguida, me coloqué entre ellas y penetré en ella lentamente, sintiendo cada centímetro de su sexo. Ambos gemimos al unisonó.
_ Dios! Te siento tan bien, estas caliente.
_ Tú también estas caliente, mucho más que yo.
_ ¿Eso crees?
_ Si_ contestó moviéndose, incitándome.
_ Pues si sigues moviéndote así, estoy seguro que lo estaré.
Ella rió.
_ Rob ámame_ dijo.
Y eso hice, empecé a moverme dentro de ella una y otra vez, la tomé de las caderas para sostenerla en posición y a la vez para que se sintiera segura de que no caería.
Mi respiración estaba acelerada y me encontraba en éxtasis, adoraba a esta mujer y me volvía loco por poseerla siempre. Amaba hacerle el amor en especial en esta forma.
A cada movimiento mío, ella me recibía con otro de igual intensidad pero de sentido contrario, nuestros cuerpos se encontraban con cada movimiento.
Acaricie su pelo un par de veces y lleve una mano a su cuello, su piel era suave, blanca como la leche y sedosa, su cuello era esbelto, delgado y largo, me dieron ganas de morderla, ¿ qué pensaría ella al respecto? Pensaría que estoy loco y me creo Edward Cullen. Deseche la idea.
Acaricié su espalda, ella se estremeció, me gusta verla así, me gastaba saber que yo producía aquel efecto en ella. LA idea de morderla regresó, su cuello estaba expuesto, las paredes de su sexo se tensaban cada vez más, los sonidos que emitía eran una señal inequívoca de que faltaba poco para que llegara al orgasmo, me moví más deprisa, y llevé de nuevo una mano a su sexo y la acaricie con movimientos circulares al ritmo de mis penetraciones.
Acerqué mi boca a su cuello y la besé un par de veces, ella se estremecía con cada caricia, recorrí su cuello con mi lengua y cerré mi boca sobre su cuello en una suave mordida, y ella explotó alrededor de mi miembro en una fiesta de sonidos deliciosos y contracciones excitantes que no me dejaron seguir.
_ Oh Kristen, Kristen Dios! Ahhhhh
Mis movimientos disminuyeron de intensidad, pero no se detuvieron, seguía sintiéndola alrededor de mí, totalmente húmeda y deliciosamente perfecta.
_ Robb
_ ¿Si, amor? ¿ Estas cansada?¿Te molesto?
_ No, solo quiero que sepas que te amo_ dijo.
_ Y yo a ti preciosa_ dije besando el lugar en donde la había mordido_ Espero que no te haya hecho daño.
_ No, nada de eso_ dijo sonriéndome a través del espejo.
Me había detenido por completo y la abrazaba fuertemente.
_ Será mejor que nos demos una ducha_ dijo sonriendo.
_ Pero que sea rápida, quiero meterme contigo a la cama, y hacer planes para mañana, tal vez podemos volver a apostar_ dije con una sonrisa insinuante.