Capítulo 8 SOL DE MEDIA NOCHE
RPOV
Sam se despidió temprano por la mañana, debía regresar a Vancouver, tenía unos compromisos que atender. Pero no sin antes decirme que l0 despidiera de Kristen. Me volvió a interrogar sobre ella y yo le volví a mentir.
El me dijo que era una chica muy bella y que cualquier hombre estaría feliz de tenerla como pareja. Eso me molestó, no me gustaba que hablara así de ella, no me gustaba que nadie se fijara en ella. Estaba celoso, y eso fue lo que Sam me dijo.
_ Rob, estas celoso_ lo dijo divertido.
_ No tengo porque _ le mentí_ ella tiene novio.
_ En ese caso, del que debes estar celoso es del tal novio, tal vez deberías estar más celoso del novio que de mí. Recuerda soy tu amigo y no pienso quitártela.
_ ¿Qué estás diciendo, te volviste loco? Yo no estoy con ella.
_ Todavía_ fue todo lo que me respondió.
Hoy, nos reuniríamos Catherine, Kristen y yo con la escritora del libro. Stehpanie, quería darnos unos detalles sobre el libro, me pregunté cuales serían, supuse que ya habíamos tenido en cuenta todos los detalles.
Al llegar, vi que Kristen estaba sentada mirando una revista, cuando oyó mis pasos levantó la vista, y me sonrió, ella estaba radiante, no entendía como una persona podía ser tan hermosa. No podía dejar de apartar los ojos de ella.
_ Hola_ me dijo.
_ Hola Kristen, ¿hace rato que esperas?
_ No, llegue hace un momento_ dijo sonriendo de nuevo.
Solo podía mirarla, me parecía que hacía meses que no la veía. Cada día que pasaba, su presencia se me hacía más indispensable. Yo le sonreí de vuelta.
_ Bueno, esperemos a Catherine y a Stephanie a ver qué novedades tienen_ dije.
_ Y Sam_ me preguntó.
_ Sam se acaba de regresar a Vancouver, tenía compromisos que atender, solo se tomo un momento para que pudiéramos vernos, hacía tiempo que no nos veíamos.
_ Qué pena, me hubiese gustado mucho poder conversar con él, volver a verlo. No me dijiste que tenías amigos tan interesantes_ agregó.
La verdad es que se me subió un nudo desde el estómago hasta el pecho. Los celos eran cada vez más fuertes, ella estaba interesada en conocer a Sam, y a mí no me gustaba nadita. Sam era mi amigo pero también un mujeriego. Y la forma en que él se había fijado en ella me atormentó el pensamiento.
_ Uhhhhhhhh, será en otra oportunidad_ dije molesto.
¿Se habrá dado cuenta ella, que me molestó el interés que demostró hacia Sam? Tal vez estaba exagerando, el era una estrella y ella conocía su trabajo, tal vez solo quería conocerlo porque le gustaba su trabajo.
Kristen no volvió a tocarme el tema de Sam. Nos quedamos en silencio por un momento, Catherine y Stephanie se acercaban, nos sonreían, les saludamos con la mano.
_ Hola chicos_ dijo Catherine.
_ Buenos días_ saludó Stephanie.
Los dos saludamos al unísono.
Pasamos a la oficina de Catherine, y nos sentamos Kristen y yo, uno al lado del otro en un sofá muy cómodo de color mate. Catherine arrastró una silla en donde se acomodó, y Stephanie hizo lo propio en un elegante sillón que hacía juego con el sofá.
Ambas empezaron a observarnos atentamente antes de hablar, sonrieron y se miraron sin disimulo. Kristen y yo nos miramos interrogativamente, y luego desviamos nuestras miradas hacia las dos mujeres que seguían sonriendo.
Stephanie le dijo algo a Catherine, algo así como:
_ Tenías razón, pero creo que te quedaste corta con tus palabras.
Y volvieron a sonreír. Esto se estaba poniendo raro debo decir. Catherine, tomo la palabra y nos dijo que Stephanie estaba en Oregón para entregarme a mí, algo muy importante y muy secreto, para que me sirviera en la interpretación del papel de Edward.
_ Robert, lo que te voy a dar, es una pequeña parte de mi próximo libro Sol de Medianoche, el libro no lo he terminado de escribir aún, pero creo que te servirá para el papel de Edward. Sol de Medianoche trata de Crepúsculo narrado desde el punto de vista de Edward. No se lo he mostrado aún a nadie así que te estoy confiando algo que tengo guardado entre siete llaves.
Ambos, Kristen y yo, nos sorprendimos, eso sí que no nos lo esperábamos, no teníamos ni idea de que Stephanie estuviera trabajando en algo así. Ella continuó.
_ Te lo estoy dando a ti Robert, para que lo leas, y luego lo compartas con Kristen y puedan ayudarse a preparar mejor sus personajes, ya que desde Sol de Medianoche, pueden ver como se sentía Edward con respecto a Bella y las demás personas que los rodeaba, sino como Edward percibía a Bella, como creía él que era Bella.
_ Es muy interesante, eso nos ayudaría un montó, ya que la forma en la que me percibo, nunca es igual a como me perciben los demás_ dije.
_ Exactamente ese es el punto_ dijo Stephanie.
Kristen estaba callada, solo escuchaba lo que decíamos, estaba pensativa.
_ Hay algún problema Kristen_ preguntó Catherine_ te ves distante.
_ No todo está perfecto, es solo que me siento un poco indispuesta, me ha empezado un fuerte dolor de cabeza_ dijo con un gesto de incomodidad.
Yo giré para poder observarla mejor, y pude ver su rostro contraído por el dolor. Catherine, se levantó y le tocó la frente, e hizo una mueca de disgusto.
_ Estas ardiendo, niña, ¿qué pasó?
_ No lo sé cuando llegué, me sentía de lo más bien. No sé en qué momento me empecé a sentir tan mal_ dijo ella con otro gesto de dolor mucho más intenso que el anterior.
_ Te llevo al hospital_ le dije.
_ Si por favor, la verdad no me siento bien_ se quejó.
_ Lo siento señoras_ dije_ creo que debo llevarla de inmediato_ agregué.
Ellas asintieron, y Stephanie me entregó un CD, y me repitió:
_Es solo para que lo lean ustedes dos.
_ No te preocupes, lo guardaré bien_ le respondí.
_ Rob, me avisas como sigue Kristen_ me dijo Catherine my preocupada.
Tomé a Kristen del brazo, y la ayudé a caminar hasta mi auto. Le abrí la puerta y la acomodé en el asiento trasero porque quería que se acostara para que estuviera más cómoda. Me senté al volante y me dirigí rápidamente al hospital. La ayudé a bajar, la tome por la cintura. En verdad ella ardía con la fiebre, todo su cuerpo estaba caliente y temblaba en pequeñas convulsiones.
_ Todo me da vueltas_ me dijo.
La apreté contra mi costado, para que se sintiera segura, ella apoyó la cabeza en mi hombro. Se sentía tan bien tenerla cerca, pero a la vez me asusté, nunca la había visto tan frágil, tan pequeña e indefensa.
Entramos al hospital, la senté en una silla y me acerqué a admisión, dije que era una emergencia y que éramos de la producción, eso aceleró las cosas, teníamos un buen seguro médico.
Nos guiaron a un lugar más privado, y la pude ayudar a acostarse en una cama, le sonreí para infundirle ánimos. Ella me devolvió la sonrisa, pero sus ojos no reflejaban alegría.
_ Cierra los ojos, y descansa, enseguida te atienden_ le recomendé_ y te sentirás mejor.
Ella me obedeció, cerró sus bellos ojos verdes, y trató de relajarse. Pero la verdad es que me tenía muy preocupado, su rostro estaba muy rojo, así que una de mis manos se movió sin ninguna orden por parte de mi cerebro.
Posé mis dedos sobre la piel ardiente de su mejilla, y ella se estremeció, abrió los ojos y me miró, abrió sus labios para tratar de decirme algo, pero volvió a cerrarlos. Se veía tan cansada y desvalida, no supe que hacer.
_ Lo siento _le dije_ no quise molestarte.
Ella no me respondió, solo negó con la cabeza. En ese momento llegó el médico, me saludó con cortesía y la escrutó con mucho cuidado, tenía la temperatura muy alta 40°, y la respiración un poco acelerada al igual que el ritmo cardiaco.
Procedió a revisarle los pulmones, pero ella no pudo levantarse sola estaba muy cansada, así que tuve que ayudarla a sentarse. Luego de que la revisara, la volví a ayudar a acostarse, aún estaba adolorida.
El doctor revisó su Historial médico y dijo que no sufría de ningún tipo de alergias, así que le ordenó a la enfermera que le aplicara una ampolla para la fiebre y el dolor. Mientras tanto me preguntó desde cuando estaba así.
Yo le dije que ella estaba perfectamente bien hacia solo 1hora y que de un momento a otro se quejó de fuertes dolores de cabeza. Y que la temperatura le subió de un momento a otro mientras nos encontrábamos en la reunión.
_ Ella irá mejorando de un momento a otro_ me dijo el doctor_ el medicamento que le pusimos le aliviará el dolor y le bajara la fiebre.
Luego de un rato se quedó dormida, sería el cansancio o que el medicamento, ya le estaba haciendo efecto.
_ ¿Es grave, doctor? ¿Se pondrá bien?_ pregunté.
_ No se preocupe, es solo una gripe muy fuerte, tenemos una epidemia ahora, y como ella vienen de otro lugar es normal que la ataque con más fuerza ya que no tiene defensas contra estos virus. Ella estará bien solo necesita mucho descanso y mucho líquido. Sería mejor que esperara afuera, tal vez le toque a usted el contagio si permanece mucho tiempo cerca de ella.
_ Prefiero quedarme, si no le molesta_ le dije.
El me miró de una forma interrogativa, creo que quiso decir “allá tú”.
_ Será mejor que llame a la directora de la producción para informarle del estado de la señorita Stewart_ dijo alejándose con una mirada curiosa.
Yo me senté en una silla al lado de la cama que ella ocupaba, tomé su mano y la acaricié, ella no sabía que lo estaba haciendo así que, qué más daba, no me reprimí. Sentí su piel más templada, así que posé una mano sobre su frente y comprobé que tenía razón, su piel estaba más fría y pálida y ya no tenía estremecimientos.
KPOV
No sé cuánto tiempo habré estado dormida, cuando sentí que alguien me tomaba de la mano, y me acariciaba gentilmente, aún no podía abrir los ojos. Luego sentí que me tocaban la frente, traté de abrir los ojos y ver quien estaba junto a mí. Pero no hacía falta en mi corazón sabía que era Rob, pero mis ojos querían confirmarlo. Así que los abrí y ahí estaba él a mil lado, mirándome, con una sonrisa, traté de decirle que me hacía feliz verlo, pero me detuve, no estaba pensando con coherencia, no podía decirle eso, yo tenía novio. Así que lo único que hice fue sonreírle lo mejor que pude.
_ ¿Cómo te sientes?_ me preguntó.
_ Mucho mejor_ le respondí.
Traté de incorporarme, pero él me detuvo, poniendo una mano en mi hombro y la otra tomando la mía.
_ No te levantes_ me ordenó _ estás muy débil, espera a que te recuperes un poco más, llamaré al doctor para que te examine.
Le obedecí encantada, me gustaba mucho que se preocupara por mí, nunca antes sentí que era tan importante para alguien, Michael era bueno conmigo pero esto, esto era diferente.
Llamó al doctor y volvió a acercarse a mi cama, y sin si quiera esperarlo él acarició mi rostro tan suavemente que me estremecí, de seguro él lo había notado, temí que se diera cuenta de lo que sentía, no quería que las cosas cambiaran entre nosotros.
El se alejó un poco al percibir mi reacción, no quería que se alejara porque había notado que me atraía sobre manera. Lo quería cerca, todo lo que pudiera.
El doctor me recomendó, reposo, solo era una gripe muy fuerte, ya se me pasaría.
_ Llamaré a Catherine para decirle que estas mejor_ dijo Rob, y salió de la habitación.
De repente sentí pánico, solo se me ocurrió pensar que él había percibido mis sentimientos y trataba de salir del cuarto para no encararme.
Luego de un momento regresó y me ayudó a bajarme de la cama, y me llevó a casa, quiso que me acomodara en el asiento trasero, pero le pedí sentarme a su lado, no quería parecer exageradamente débil. Aunque la verdad era que me gustaba que él me cuidara. Me abrió la puerta del copiloto como todo un caballero y me ayudó a sentarme. Codujo rumbo a casa.
_ Llamaré a Catherine para que envíe a alguien para que cuide de ti estos días_ me dijo.
_ No necesito de nadie, solo me voy a acostar y a dormir un poco eso es todo, no necesito más_ le dije_ muy convencida.
_ No puedes estar sola, si necesitas algo, no habrá nadie para ayudarte_ agregó.
_ Rob, tengo gripe, no estoy inválida_ le dije fastidiada.
No volvió a insistir, creo que fui muy descortés.
_ Voy a enviarte la copia de Sol de Medianoche para que puedas leerlo en estos días que no vas a poder salir de tu casa_ me dijo riendo_ como estas castigada, puedes hacer todos los deberes.
_ Si tienes razón, puedo aprovechar para leerlo y luego podremos comentarlo_ dije riendo. Pero…. ¿No vendrás a verme estos días? Es cierto, no quieres contagiarte_ le dije un poco más triste de lo que debería.
_ No temo contagiarme_ dijo _ lo que pasa es que no quiero incomodarte, estarás cansada.
_ No me incomoda, al contrario me harás compañía_ le dije, creo que con demasiada intensidad.
El me miró por un rato, ¿en qué estaría pensando?
_ Entonces, te vengo a ver más tarde y te traigo algo de comer, una buena sopa de pollo te caería genial_ agregó.
_ Gracias mamá_ le contesté jugando.
_ Que te mejores Kristen y descansa_ agregó.
Solo asentí y le sonreí.
Rob vino a verme todos los días en que estuve en cama, y me traía comida en cantidades exageradas, según él para que me mejorara enseguida, me recordaba el horario de las medicinas, y me cubría cuando tenía frío. Leímos el libro, y nos gustó mucho, era interesante, desde luego que nos ayudaría muchísimo.
Pero lo más importante, lo tenía a él conmigo, compartíamos todo y tratábamos de entendernos, él era una persona excepcional, un alma distinta a las que había conocido. Era único, diferente, tiene ese don de hacerme sentir completa. El único inconveniente era que me estaba enamorando, y no sabía qué hacer, recordar a Michael y el tiempo que teníamos juntos, la promesa que me había hecho, “para siempre”, y lo más importante, Rob de seguro no sentía lo mismo por mí, solo era mi amigo, mi compañero de reparto.
Pero me deje ser feliz por lo menos mientras esto durase